Apr 17, 2010

¿mucho o muy poco? I


Pusimos sobre la mesa la cuestión, ¿se necesita mucho o se necesita muy poco? Me miraba intrigado, ¿a qué te refieres con "mucho o poco"?.. no es una cuestión de cantidad... Sé que no es una cuestión de cantidad, quizá es mi manera pobre de referirme a la voluntad, y a la vez a la complejidad, es decir, ¿es simple o es complicado?

Mi teoría es, si cada individuo tiene una historia consigo, una serie de experiencias que lo hacen complejo y actúa en función de ellas, de lo que ha aprendido que le funciona y lo que no, y así se desenvuelve por la vida, esa complejidad no es cuestionable ni modificable... Ese bagaje que todos tenemos no se va a transformar por convivir con otro bagaje. Es mera adaptación, casi adaptación hipócrita, superficial, consensada... Y del otro lado lo mismo, la otra persona, con su complejidad, se presenta a escena y se adapta en lo posible, pero no cambia en esencia, no habrá crisis ni revoluciones, cuestionamientos ni mutaciones, producto de la convivencia... Entonces, para que dos convivan en pareja, ¿se necesita mucho o se necesita muy poco? ¿Son simplemente las dos complejidades ahí, respetándose y dejándose ser, en cuyo caso se necesita muy poco?, ¿o es quizá un cúmulo de ediciones y manipulaciones, de sacrificios y tolerancias, para evitar que el proyecto se desmorone, en cuyo caso se necesita mucho?

¿Y no es el tiempo acaso una variable fundamental?, ¿no hay un momento en la vida en que la complejidad individual no está a lugar en la discusión: la madurez?, ¿no es cada individuo responsable de sí y de sus mutaciones, si es que ocurren del todo? ¿No hay siempre plena conciencia de que la confrontación que "el otro" activa es al fin y al cabo una confrontación con nosotros mismos?, ¿y no por ende todas las confrontaciones nacen y se resuelven -o no- en nosotros mismos?, ¿qué tiene que ver "el otro" en todo esto, más que en estar presente y activar estos procesos con su mera presencia? Entonces, quizá: se necesita muy poco.

¿Y qué hay de los demonios?, rebatía. Cuando se encuentran los demonios de uno con los del otro, entonces ahí es el acabose. ¿Cómo vas a controlar eso? Es cierto. Aquellos que ni siquiera podemos traer al conciente, esos que tienen vida propia y a la sombra de los cuales vivimos. Pero de nuevo argumenté, ¿pero esos demonios, suponiendo que afectan al otro, lo hacen de forma personal?, es decir, ¿uno puede tomarse personal el que los demonios del otro le afecten?, ¿no acaso nada es personal en pareja?, vaya, ¿hay algo personal en la vida, si consideramos que vamos cada individuo relacionándonos con el mundo en función de nuestras experiencias y no en función de los otros?

... y en estos interesantes devenires nos consumíamos la noche y las copas.

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