Jun 28, 2010

toda la vida es ahora*


*Antonio Machado

Si, es cierto, seguramente escribo esto porque llegó. Quizá... es más, no quizá, sino seguramente, no escribiría esto si él no hubiera llegado... Pero llegó. No hay otra alternativa más que estar escribiendo esto.

Mucho tiempo me resistí a su no-llegada. Seguramente ahora mismo estaría en ello si no hubiera llegado. Pero llegó. Toda mi vida me dediqué a resistirme a la no-llegada de las cosas, siempre deseando la llegada de las mismas, en insatisfacción. "Desear es bueno, es ser ambicioso. El que es ambicioso alcanza más cosas. Tiene más. Es mejor. No desear es estar conforme. Mediocridad. No desear es... ¿incomprensible? Todos queremos algo, ¿o no?"

Entonces ahí están esos años de resistencia a su no-llegada, en especial a la suya, a la de otras cosas también, pero en especial a la suya. Recuerdo bien mis esfuerzos inútiles por provocar su llegada. En algún momento genuinamente creí que el balón permanecía en mi cancha para jugar.

¿Qué es eso que me tenía presa, haciéndome creer que era mi causa lo que ocurría?
¿Por qué me resistí a lo que la vida me dio?
¿Por qué insistí ante lo ingobernable?


Pero no era mi carta para jugar. No había nada que yo pudiera haber hecho ni nada que pudiera haber dejado de hacer para hacerlo llegar.

El momento y las circunstancias de su llegada son así, incuestionables, absolutos… lo único real. Ahora lo puedo ver. Ahora puedo ver que esos años pude bien olvidarme de todo el asunto y dejar de esperar. Asumirme en incompleta (si, ¿ y qué?) condición y vivir, simplemente vivir. Me pregunto si es por ese estado permanente de desear alcanzar lo inalcanzable que ahora siento que esos años se esfumaron. Que no era yo la que los vivía, ni la que los acumuló. Era la otra que nunca estaba en sí, pues siempre deseaba estar en otro lado.

De nuevo estoy ante una situación similar, pero me sigue costando fluir ante la no-llegada de las cosas. Eso, lo que tanto deseaba, sigue fuera de mi alcance y no hay nada qué pueda hacer para alcanzarlo. Su lejanía es lo único real, de nuevo incuestionable, de nuevo absoluta. Y sin embargo me encuentro resistiéndome, como antes, como siempre.

¿Por qué sigo insistiendo ante lo ingobernable?
¿Por qué me resisto a lo que la vida me da?
¿Por qué sigo perdiendo mi tiempo?

Jun 23, 2010

apariencias


sin respuesta partieron las preguntas
se marcharon las tristezas con el verde
se esfumaron en las tardes las angustias
me olvidé del deseo de tenerte

de mi vida cayeron dos pilares
uno ayer inexistente por pasado
y el otro que igualmente me aplastaba
el mañana inasible no llegado

di la espalda, de pronto, indiferente
a conceptos y edificios de la mente
fui testigo alegre de cenizas
en la fiesta de la hoguera de etiquetas

llegué entonces al lugar ya tan trillado
(también aparente pero nuevo)
y he mirado todo sin mirarlo
gozando del estado repentino

el ahora, el aquí, el esto es todo
el camino sin ruta, sin sendero
el silencio en ausencia de vacío
colibrí: mil batidos por segundo

e inhalé suspendida en esta altura
sin deseos de avanzar ni mejorarlo
sin deseos de comprender ni de explicarlo
sin tachar de buena o mala la estatura

di un pasito para atrás dejando el yo
plataforma alternativa de energía
las neuronas se burlaron a sí mismas
y la mente se desmoronó en la aurora

"esto soy", ni pensé, ni dije, ni hice
"ahí está", ni apunté, ni supe dónde
"es así", ni aclaré, ni supe cierto
"esto es", ni entendí, ni di por hecho

hogar


No me importaría si volviera a ella, en verdad. Yo sé qué le sonaría extraño, imposible, hasta irritante, pero es así, no me molestaría. Si pronto o no, un día cualquiera, me avisara que ha decidido regresar a ese camino. Me alegraría tanto tanto por él, por ellos. Porque a veces pienso que pertenece a eso, que es su historia, que tiene todavía un lugar y un papel en esa trama, y bien adentro, no afuera. Le percibo arrancado de su tribu... No le entiendo sin esa parte, y no entiendo la separación entre esa parte y él. Los acontecimientos... bue-, son pasado. No existen ya. En cambio el ahora, que tiene eco en cada segundo que ocurre, es favorable y cordial para el reencuentro. Sé bien por qué lo digo.

Me dejaría un sinsabor su partida, es verdad, pero algo más grande y más profundo hablaría, diciéndome que está bien, que va a dónde pertenece, que será feliz y seguirá creciendo. No hay más que alegrarse cuando el lobo regresa a la manada. Yo, en cambio, he perdido para siempre la mía.

descanso...


nada por qué luchar
nada qué perseguir
nada qué desear
nada qué planear
nada qué temer
nada qué negar
nada qué resistir



Jun 18, 2010

hay segundos


hay segundos como cuchillos
en que te amo
son así, filosos, brillantes, peligrosos
son de metal templado y frío
forjado a la braza ardiente

hay segundos como amuletos
en que te entiendo
cómo si supiera bien de qué hablas
descifrando la alquimia
que te acontece

hay segundos como cristales
en que te siento
y a través miro fugazmente quién soy
al cobijo de tu rendición
y tu mirada

hay segundos como desiertos
en que te temo
y el silencio de la noche me rodea
dejándome sólo
ausencia y frío

hay segundos como pájaros
en que eres mío
y palpitas en mi palma, alegre
te sacudes fuerte
y vuelas